sábado, 28 de abril de 2007

Picando piedra

Tres días son los que llevo encerrada en casa. Básicamente porque mi cuerpo necesitaba llorar. O sea me dio una gripa terrible, con calenturas y toda la cosa.
Me topé con mi amiga Beatriz en el messenger y ella fue la que me dijo esto de que la gripa es el llanto del cuerpo.
Uff!! pero qué bueno que ya pasó.

Pero a mi además de que mi cuerpo lloró y lloró, me sivió para darme cuenta de unas cuantas cositas que no estaban bien. Y también me sirvió para darme cuenta de que estoy bien. De que no estoy taan mal como yo pensaba la semana pasada que me sentía el hongo del hongo, el lodo del pantano más asqueroso y la más idiota de las idiotas.

A pesar de que sí, la neta estuve super triste, no me deprimí. Supongo que cuando te deprimes no sabes cuál es la causa de tu tristeza o del mal-estar que te aqueja. Yo sí sabía y lo sé re bien. La diferencia ahora es que ya no me causa tristeza. Ahora creo que fue algo que tuvo que pasar para reafirmarme a mi misma que sigo picando piedra (verdad Saúl?)

Además Saúl -que por cierto es un muy buen amigo mio, ya saben partidazo, inteligente, super analítico y chingón en su chamba- me dijo algo en lo que no había reparado y que tiene que ver con la necesidad.

La necesidad. Esa es la parte que quiero trabajar con mi nuevo y flamante analista. Y como otra persona a la que también quiero mucho me lo acaba de expresar, pues trabajemos en las necesidades pues. Allá vamos!

Y esque esto de picar piedra es una cosa en lo que no había reparado. Y claro, tiene que ser así. Supongo que por eso encontrar una piedra preciosa es tan caro. Sólo que yo ya decidí que voy a perfeccionar mi técnica de picar piedra. Me voy a comprar un pico nuevo y un traje nuevo de minera exprta que soy (y esque yo si que he picado piedra) y me voy a meter a la mina bien preparada. Con una luz que alumbre más el camino y que me permita ver bien en dónde me meto. Eso si, no voy a picar en cualquier lugar de la mina. No señora. Sólo en dónde crea que estará la piedra preciosa. Total, si me meto en problemas, le llamo a mi dragón.

Y hablando del famoso dragón, hay que jalarle las orejas (tienen orejas los dragones?), esta vez se tardó demasiado en venir a ayudarme. Pero lo quiero porque, al final de cuentas siempre llega.

Por lo pronto me voy a preparar bien para la próxiama aventura minera y ahora sólo puedo pensar en volver al bosque y correr.

Run negra, run.

2 comentarios:

Nacho dijo...

Siempre es bueno buscar la piedra preciosa y no desanimarnos por la que encontramos en nuestros zapatos.

ssouza01 dijo...

Aqui estamos otra vez... Gretivison picapiedron. Asi que buscas que te salve tu dragon? Nel... no tengas dragon, mejor se tu propio dragon y se una picapiedra a la vez.
Hay que simplemente darnos cuenta que el tiempo no perdona y cotorrear con gente que a pesar de haber agregado mucho valor a nuestras vidas, al momento final muestran el cobre... entonces sabemos la verdad finalmente. Eso aunque da tristeza, debe dar una satisfaccion. Velo como un costo beneficio, te costo 3 o 6 meses lidiar con el y no toda una vida llena de desasiertos. Que piensas tu. Celebra!