lunes, 2 de junio de 2008

y que se truena mi máquina... y mi corazón también un poco.

El viernes como a las 9:00 de la mañana sentí que había llegado ella a mi vida de nuevo: la inspiración.

Por ese motivo le mandé a Chetes un mensaje avisándole la magnitud de la noticia. La verdad es que lo ideal hubiera sido llegar a la oficina y antes de abrir el messenger, checar mi cuenta de hotmail y luego abrir el mail de la oficina (literal lo hago en ese orden), escribir lo que con tanto deseo le quería contar al buen Chetes.

¡Pero no! no se pudo adivinen por qué? Pues porque al igual que el 90% de las compus de esta ...che empresa, la mia no sirve y se descompuso justo el viernes (el otro 10% si sirve porque claro, son las de los jefes y son nuevas).

Y yo que llegué el viernes con todas las ganas de vomitar letras! y pues qué crees? Pues que mi compu se truena y no prendió el monitor y por ende no pude ver nada en la pantalla.

Y bueno lo que pasaba el viernes es que mi coranzoncito había tronado también. Y ese si que es el meollo del asunto. De por si la semana había sido de una total intensidad pues mi ex en un acto deseperado para que yo regresara con él, me pidió que no casemos. De hecho, toda la semana pasada es fue su tema. Por terecera vez el hombre llega en el peor momento de mi vida a hacerse presente y a querer que yo deje todo y que vuelva con él.
Como le dije que no, pues las agresiones, los mails nasty y las malas ondas no se hicieron esperar. Y ahí estoy, hablando con él, tratando de que las cosas vuelvan a la normalidad con todo el desgaste del mundo.

Pero eso no fue todo, yo creo que más que eso, me dolió el plantón que sufrí en la mismísima Covadonga el jueves.

Chale, la verdad no me lo esperaba. Lo que si estuve esperando fue la entrada triunfal del hombre (el que me plantó obvio) por la puerta del citado lugar. Para mi mala pinche suerte, estábamos sentados justo en la puerta. Por lo que yo tenía una visión perfecta de quién entraba y salía del lugar en todo momento.
La verdad es que lo que más más me cagó fue que no hubo ni una llamada, ni mensaje ni nada.

Por qué? por qué algunos individuos hacen estas cosas? Por qué se atreven? o sea de dónde nace la patanería?
Y yo pensaba "Me estaré equivocando?, será que los 6 años que estuve en Psicoanálisis no me sirvieron de nada para identificar éste tipo de cosas?"

Bueno, así de capa caída, me fui a mi casa, la verdad si bien sacada de onda.

A la mañana siguiente a las 9:00 de la mañana sonó mi celular. Lo que no es raro porque mi jefa me llama diario a esa hora. Lo juro. D I A R I O. En fin pero ese es otro tema...

Yo como ya estoy super acostumbrada a estas llamadas mañaneras, lo dejé sonar y cuando me fijé en la pantallita vi el nombre del individuo que me plantó.
"Mmmmmmm, mira, todavía tenemos un poco de descencia", pensé yo.
Bueno, pues me ofreció disculpas y se moría de la pena.

Yo como soy una aprensiva de lo peor, no pude deshacerme del sentimiento de "chale, güey pus no hay necesidad de esas cosas no?" como hasta el sábado que lo vi y que las cosas ya pasaron y no hubo mayor complicación.

Qué sensación es esta la de salir con alguien completamente nuevo y descubrir cosas, de él y de mi.. y creeanme más mucho más de mi.

2 comentarios:

Javier Manzanera dijo...

¡Gretzky! Qué horrible lo del Covadonga, estar esperando a alguien y que nunca llegue es de las peores sensaciones. Bueno no es una, son varias, pero cada vez que llega alguien es peor y nada como cuando ya te cae el veinte de que ya no llegó. Espero que haya tenido un buen pretexto.

Unknown dijo...

Grets,
Piche cabrón! dile que tu amiga Rita dice que es un cabrón (y eso te da derecho a ser cabrón y medio... ja ja ja)
Besitos